Esta exposición reúne obra gráfica de cuatro artistas mexicanos: Gustavo Abascal, Daphné Bally, Rodolfo Díaz Cervantes y Mr. Adolfito. Todas las piezas fueron realizadas durante el 2011. El discurso formal de cada obra está condicionado a los materiales, líneas y colores con los que fueron realizados. Cada artista busca representar una idea o un discurso formal que no busca complementar el resto de las obras, sino propiciar un diálogo continuo entre si y con el espectador.

Gustavo Abascal (México, 1979) en su obra Basurero V, experimenta la utilización de líneas y formas azarosas que se crean a partir de la representación de un depósito de basura. La composición formal de la obra es transformada por el espectador, quien al tomar cierta distancia, logra ver distintas formas y crea nuevos discursos que complementan la idea del basurero.

Daphné Bally (México, 1984) muestra en su serie Home, diversos dibujos en acuarela, donde se representan estructuras arquitectónicas ubicadas en distintas partes del mundo. En cada obra se puede ver un registro gráfico de una estructura, en el que lo único que busca representar, es la permanencia de un recuerdo, una atracción o un sentimiento provocado al ver estos edificios.

Rodolfo Díaz Cervantes (México, 1980) presenta seis obras creadas a partir de la unión de figuras de vinil de distintos colores sobre papel albanene. El espectador ve la obra desde un punto de vista formal, en la cual percibe los colores y formas que juegan con la distancia entre las piezas y la luz. Rodolfo Díaz Cervantes es el único que en la exposición no utiliza el dibujo ni el trazo al momento de realizar sus piezas. Los bordes y las líneas que utiliza, son creadas a partir de recortes y superposición de objetos, extendiendo así, los límites de la gráfica dirigida exclusivamente al dibujo.

Mr. Adolfito (México, 1976) presenta 8 libretas, en donde se muestra el trabajo de los últimos meses del 2011. Cada una está compuesta de anotaciones gráficas que el artista busca conservar, anotando o dibujando día a día sus pensamientos para lograr una permanencia de éstos.

La idea de llevar algo privado a un espacio público, rompe con la idea de privacidad que puede tener un diario, una libreta de apuntes o un cuaderno de bocetos. Las obras “no terminadas”, las ideas en bruto y los pensamientos inmediatos, se conjugan para crear una sola obra que sustentan su valor al momento de ser apuntadas o dibujadas. Cada libreta muestra la mente del artista llevadas a un estado físico y tangible que puede ser expuesta para leerse, hojearse y contemplarse.