El objeto parece haberse convertido en el único lugar para la memoria. Es la prueba física de la existencia de lo ocurrido, y sobre él hemos edificado discursos históricos y científicos atribuyéndole valores simbólicos e insertándolo en acuerdos sociales. Sin embargo, el objeto es a la vez lo más manifiesto y lo más oculto: se presenta como prueba de algo que aún está por definirse.

El trabajo de Fritzia Irizar da cuenta de que la historia y las ciencias son casi ficciones, construidas sobre pequeñísimas parcelas de conocimiento sujetas a la decisión de unos cuantos individuos. Sin embargo, son ficciones que deseamos sostener: como actos de fe, de pertenencia, de voluntad o de certeza.

"Prospección al nuevo territorio" recurre al pasado y a la ficción para hacer una exploración de los vestigios y encontrar nuevas posibilidades: desafía al objeto arqueológico con sus cargas simbólicas y las subjetividades construidas en torno a él. Su obra se basa en falsos hallazgos, semejanzas improbables, coincidencias absurdas, para demostrar que los actos más insignificantes son aquellos que construyen nuestras verdades más significativas. Nos hace cómplices de sus ficciones; al insertarlas en el escenario y el lenguaje propio de las exposiciones científicas. Nos recuerda que la historia y las ciencias están construidas sobre objetos, sin embargo, son objetos que están destinados a desaparecer con la acción del tiempo y la naturaleza sobre ellos; objetos efímeros que devienen eternos al ser la base de nuestros discursos.

A fin de evocar la fragilidad de la permanencia del orden, la organización social humana, y desafiar la reconstrucción del pasado, Fritzia Irizar nos enfrenta al descubrimiento de seis nuevos planetas evidenciando cómo el peso de las creencias recae en ciertas instancias, personas o casualidades. Asimismo, realiza una serie de videos encuadrando un detalle de un paisaje en donde objetos arqueológicos aparecen y desaparecen gracias a una evidente manipulación digital; estableciendo así la contradicción existente entre nuestra relación actual con los objetos y su valor histórico, que oscila entre preservación, valoración y reconocimiento y la acumulación y sustitución desmesurada de ellos.

A través de sus obras, la artista nos incita a pensar en el intercambio de valores simbólicos que adquieren los objetos al encontrarse en otro contexto. Analiza la transformación de un objeto común en arqueológico, simbólico y artístico. Propone suspender el cúmulo de conocimientos indefinidos, cuestionando las bases discursivas de la construcción de las ciencias, que aparentan estabilidad, pero que en el fondo no dejan de ser inciertas en sus contenidos. Es gracias a esta interrogación que cuestiona también, la información científica y su manipulación con fines políticos o económicos destinados a las masas.

Una a una las piezas se interrelacionan para cuestionar las distintas capas sobre las que construimos las verdades: su materialidad, su temporalidad, su significado, pero también ese deseo generalizado de que las ciencias sean reales y objetivas. Al mismo tiempo, Fritzia Irizar busca hacer estallar la imaginación del espectador para crear posibilidades que pueden consolidarse como verdades, y demostrar cómo algunas certezas existen con sólo imaginarlas.

"Prospección al nuevo territorio", plantea diferentes preguntas en forma de nuevos materiales, mecanismos y contenidos en la obra de Fritzia Irizar: ¿por qué seguir confiando en la promesa que nos dan los objetos como prueba histórica? ¿cómo pedirles re-configurar el pasado que ha quedado desvanecido detrás de ellos? ¿cómo el sujeto puede desprenderse de las construcciones y los valores que los objetos han otorgado través del tiempo? Así, cada obra apuesta por la multiplicación de las historias del pasado cambiando los puntos de partida sobre los que se construyeron.

Helena Lugo